
El chorizo:
No acaba de sentarse el visitante a la mesa cuando el anfitrión ya ha puesto sobre ella un buen plato de chorizo cortado a rodajas. La relación que se establece entre quien llega y el que lo recibe adquiere así un carácter familiar, de casa.
Un vaso de vino de Rioja resultará obligado propiciando la conversación y el dialogo.


El chorizo riojano, el rey del bocadillo
No hay mejor almuerzo o merienda que un sencillo y delicioso bocadillo de chorizo. Así de fácil: cortado en rodajas entre pan y pan. Una sabrosa comida para niños y adultos. Generaciones y generaciones han merendado un bocadillo de chorizo porque sus madres y abuelas sabían que así proporcionaban los nutrientes necesarios para la correcta alimentación de niños y jóvenes. Calidad, naturalidad y salud entre pan.

Los utensilios
La constante industrialización del proceso de fabricación del chorizo riojano, ha hecho que la mayor parte de las herramientas que venían utilizando para la matanza del cerdo y la elaboración de los embutidos, estén hoy prácticamente en desuso.
Para la matanza
Banco de matanza: Hasta estos bancos de madera eran llevados, con gran esfuerzo, los cerdos para su sacrificio donde el matarife les clavaba un largo cuchillo en la yugular con el fin de hacerles desangrar completamente.
Para la elaboración
Cada hogar riojano poseía los utensilios para elaborar los productos de la matanza. Todo tipo de cuchillos, machetes, barreños y recipientes, picadoras y mezcladoras de carne, embutidoras manuales, ollas de cocción, recipientes para las especias…
Para la conservación
Si importante era la pequeña industria de elaboración de herramientas, igual de importante era la de la fabricación de ollas, vasijas y gamellas que las guardaban el máximo tiempo posible conservando todas sus propiedades nutritivas y su característico aroma y sabor.






La fiesta de la matanza
La matanza se convertía en un acto social, que por un lado estaba destinado a reforzar los lazos de pertenencia de cada familia al grupo o la comunidad de residencia y por otro mostraba la capacidad de grupo para procesar una gran cantidad de comida, transformarla y almacenarla de manera que pudiese estar disponible durante el año.